jueves, 23 de febrero de 2012

TRES ASTUCIAS PARA CAMBIAR EL MUNDO


Mateo 4, 1-10
Para salvar el mundo te propongo tres astucias que no pueden fallar:
1- Transformar piedras en pan.
¿Es vulnerable tu hermano? Aprovecha la ocasión y compra su alma por algunas migajas de pan o un plato de arroz. Aduéñate de sus derechos por un plato de lentejas. Toma posesión de su tierra a cambio de chucherías y cuentas de colores. Conviértete en dueño de sus recursos por un puñado de dólares. Véndele tu democracia y tu religión, incendiando su país y robándole su petróleo. Apodérate de su libertad y hazle tu esclavo a cambio de aguardiente, opio o viejos fusiles. Agregarás todos los gastos a su cuenta y le aplicarás las tasas de interés que te plazcan. Como él no podrá pagarlos, le quitarás todos los bienes que aún le queden. Llegarás así a ser el dueño del mundo y el Mesías de la humanidad.
2- Tirarte desde el campanario con ángeles haciéndote de paracaídas.
Declárate “infalible”. Diles a tus hermanos y hermanas que es imposible que caigas, imposible que tropieces, imposible que te equivoques, porque Dios está contigo y nunca te dejará caer. Entonces tus hermanos y hermanas caerán de rodillas ante ti aclamando tu Santidad y proclamándote Vicediós sobre la tierra. Partirán entonces por legiones a difundir en todas las naciones el reino de tu fe y de tu ley. Quién les obedezca será salvado, quién les desobedezca, condenado.
3- Arrodillarte ante lo que dirige el mundo.
Tus más hermosos sueños de cambiar el mundo no servirán para nada, a menos que te sometas a quien domina el mundo. Quienes dominan el mundo son el Dinero, las Armas y el Sexo. Son los dioses del mundo. Ponte a su servicio, sé su esclavo, adóralos, obedece ciegamente su ley y entonces te será dado el poder sobre todas las cosas. Te convertirás en Señor del Universo. Solo mediante las Armas y el Dinero podrás vencer y cumplir tus grandes objetivos. Y el Sexo será tu recompensa.
El punto de vista de Jesús:
No se cambia el mundo haciendo regalitos que encadenan y corrompen, ni con decretos infalibles, ni con dólares y bombas inteligentes porque:
- No sólo de pan vive el hombre, sino de reconocimiento, de respeto, de dignidad, de verdad, de libertad, de justicia, de compasión y de belleza.
- Dios sólo camina junto a los humildes.
- El porvenir (o sea la salvación) de la humanidad no puede encontrarse en lo que produce muerte, sino solo en lo que da vida.


                                                                                          Eloy Roy


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